Sobre mi intercambio 12. Y la travesía, en Madrid, llegó a su final

Como siempre sucede, el tiempo juega con nuestra cabeza, con nuestra percepción, ese instante que llamamos "ahora" se convirtió repentinamente en "era" y dejó de ser "será", y aquellos momentos que imaginamos que tardarían mucho en llegar, llegaron, y se fueron, algunos de manera similar a como los habíamos imaginado, otros completamente diferentes.

Regreso a Bogotá mejor de lo que me fui, más grande (interiormente), más confiado, con  más amigos, con más experiencia, con mayor capacidad de reflexión, con nuevas metas, con nuevos fracasos, con nuevas anécdotas, en conclusión, más a gusto conmigo mismo.

Lo que más me gustó de la experiencia fue haber llegado hasta el final junto con casi todos los que iniciaron, porque eso demostró nuestra capacidad para compartir, para tolerarnos, para aguantarnos, para conocernos cada vez un poco más. Me topé con muchas personalidades, algunas ya conocidas, otras nuevas, con chicos con grandes metas, con caracteres formidables, con chicas seguras, arrasadoras, sensatas, en fin, con muchachos con mentes grandiosas. Es decir, lo que más me gustó fueron las personas que conocí.

Fuimos una buena combinación, siempre alguien aportando un poco de desorden, un poco de humor, algo de sensatez, un trozo de organización, una pizca de orientación, algo de sublimidad, que en conjunto daba como resultado un ambiente de diversión.

Me parece increíble que ya todo haya acabado. Esta era una de las metas que me hacían falta en la universidad, y no pudo haber sido mejor. Gracias a todos, a Mario, Lisa, Bruna, Marian, Marilin, Marco, Nico, Javi, Alejandro, Sandy, Francesca, Vanessa, Coni, Eloisa, Adriana, Nele, Óscar, Daniel, Ico, Adrián, Javi mi mentor, a los profesores, y aquellos que llegaron en breves momentos y ocasiones, con quienes compartimos lugares, actividades y algunas palabras, por haberme brindado su tiempo y su buena actidud.

Nunca olvidaré los miércoles de cine con Nele, los fines de semana de aventura donde Mario, Coni y Eloisa, las fiestas con Bruna, el recibimiento de Vanessa, la cocina con Sandy, los paseos con Marco y Nico, el viaje a Barcelona con Adriana, los partidos con Alejandro, el viaje a Valladolid con Javi, las idas a Sierra con Lisa, los paseos imprevistos con Marian y Marilin, los almuerzos con Francesca en la escuela, los trabajos con Óscar, Ico y Adrián, y la ayuda prestada por Javi, mi mentor. Siempre los recordaré con gran aprecio y cariño, espero volver a encontrarlos en algún momento y recordar todas aquellas aventuras que hicimos cuando vivimos cinco meses en Madrid durante nuestra juventud.

Tal vez me les aparezca en sus ciudades sin previo aviso, así que siempre tengan su nevera con una buena cantidad de suministros.

Un abrazo para todos,

Camilo
Colombia los espera.

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