Un día normal

Foto de Hannah Busing en Unsplash



Hoy alguien nació, y alguien dejó esta realidad. Hoy reímos, y también quizás derramamos alguna lágrima, así no fuera de tristeza. Hoy alguien viajó y se separó de personas que lo quieren; o tal vez se fue tratando de olvidar algún acontecimiento doloroso de su vida. Hoy alguien miró a los ojos de otra persona y le dijo con su alma cuanto lo amaba; hoy alguien gritó, y a lo mejor pronunció palabras de las cuales luego se arrepentirá.

Hoy sucedieron todas las situaciones posibles de la vida. O casi todas. ¿O no?


Hoy alguien comió pizza, o pescado, o no comió. Y alguien jugó fútbol, baloncesto, voleibol o parqués, o tal vez tuvo que esconderse para proteger su vida. Hoy alguien se perdió, y hoy alguien apareció. Hoy alguien fue al supermercado por la comida de la semana, y alguien compró el pan para el desayuno de mañana.

Y no solo vale para las situaciones felices de nuestra vida. Lastimosamente también aplica para aquellas desagradables, injustas, terribles y odiosas.


Hoy alguien murió atropellado, asfixiado, ahogado o quemado. Hoy alguien fue secuestrado, fue abandonado. Hoy alguien vio como moría su padre, o su madre. Hoy alguna mujer fue asesinada por su pareja, o violada por algún delincuente. Hoy alguien se quitó la vida. Y su familia lo llora, se pregunta por qué lo hizo, no lo entiende, si hasta hace unas horas reía a su lado.

Hoy nacieron miles de animales, se plantaron miles de árboles, pero también se talaron cientos de miles, se contaminaron ríos y mares, se extinguió alguna especie, se calentó un poco más el planeta, se contaminó un poco más el agua.

Hoy alguien durmió en una estación de tren, o bajo un árbol, o un puente. Hoy miles de parejas se casaron. Muchos hicieron el amor, o solo tuvieron sexo. Hoy adoptaron algún niño, y muchos más fueron dados en adopción. Hoy alguien perdió la vista, o la audición, o alguna de sus extremidades, o alguna de sus facultades.

Hoy la vida se desarrolló completamente. Como lo hace todos los días, aunque no nos demos cuenta.


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