Acerca de mi primer libro: El tiempo dentro de las cosas

 

Si te interesa leerlo, puedes encontrarlo aquí.

Cuando uno quiere ser escritor siempre sueña con publicar su primer libro. En mi caso, llevo escribiendo muchos años sobre cosas que me gustan, que imagino, que reflexiono y que me pregunto. Antes de esa etapa de escritura por gusto creo que escribía solamente para tareas del colegio, y quizás fue así como, sin saberlo, comencé a aprender a hacer, y a disfrutar, esta actividad. ¿Cuándo quise publicar mi primer libro? No recuerdo exactamente, quizás cuando tenía unos 18 o 20 años.

En estos tiempos que nos tocó vivir pienso que la figura de escritor ha cambiado mucho. Eso no significa que haya mejorado o empeorado, simplemente digo que ha cambiado. ¿Por qué? Pues porque ya no necesito de una editorial para llegar a muchas personas, ni tampoco necesito imprimir mi libro, simplemente puedo distribuirlo de manera digital. Esos y otros aspectos me hacen preguntarme: si publico un libro autoeditado y en mi sitio web, ¿soy un escritor?

Sea como sea, creo que por fin estoy cumpliendo mi objetivo de convertirme en uno, si es que eso es posible o si es que acaso tiene sentido decirlo. Y lo digo más por la manera como estoy abordando la escritura que por el mismo hecho de haber "publicado" un libro.

Y digo "publicado" entre comillas, porque fue un proceso muy individual en gran parte, con la colaboración de algunas personas que me dieron sus opiniones y que además aportaron con algunos textos introductorios y de presentación, pero a fin de cuentas fue algo a pequeña escala, sin la presencia de empresas dedicadas al mundo editorial. No hubo un editor, un corrector, un diseñador, una publicista, nada de eso. Todas esas actividades las realizamos entre dos o tres personas.

Y aunque me siento muy bien y estoy muy emocionado con los planes que tengo a continuación con mi "carrera" como escritor, siguen en mi mente algunas preguntas que mellan mi confianza, como por ejemplo, ¿seré lo suficientemente bueno?, ¿le gustará a la gente lo que escribo?, ¿este primer libro es acaso muy corto?, ¿tiene sentido que se llame libro?, ¿o tal vez debido a su extensión, algo menos formal como: manual, cuadernillo o algo parecido?, ¿el título se corresponde bien con el contenido?, ¿es igual de meritorio publicar por cuenta propia que con una editorial? Trato de dar respuesta a estos interrogantes que por momentos me abruman.

En primer lugar, ¿cómo fue que por fin me decidí a hacer algo que llevaba deseando durante años y no me había atrevido a hacer? ¿Era el tiempo inadecuado? ¿La paz mental? ¿Las "prioridades"? ¿Las metas autoimpuestas e impuestas por la sociedad y por la familia? Creo que el punto de inflexión fue haber elaborado, en conjunto con Rafael González -mi director de trabajo de grado- la investigación y el documento de finalización de mi maestría en matemáticas aplicadas.

Nunca había trabajado tanto en un mismo documento -en este caso, académico-, y en dicho trabajo fueron unos 2 años de estudio, investigación, pruebas y entendimiento, y poco menos de un año en la escritura, corrección y edición. Sentí por momentos que no iba a acabar nunca, pues en cada reunión aparecían nuevos cambios, deshacíamos cosas que ya habían desecho lo que íbamos a poner de nuevo, y en muchas ocasiones me invadió el pesimismo y el desinterés.

Sin embargo, logramos terminarlo.

Entonces fue cuando entendí cómo se trabajaba un proyecto largo, específicamente un documento de texto extenso, y además, que yo era capaz de hacerlo. Un documento para el que constantemente toca cambiar la misma frase, cambiar una misma palabra, quitar una coma y poner un punto, quitar un párrafo completo, y demás cambios similares.

Tal vez fue eso lo que inconscientemente me dio el impulso necesario para darle un nuevo aire a ese deseo de tiempo atrás de convertirme en escritor. ¿O acaso ya era escritor? ¿Se necesita haber publicado para ser un escritor? ¿Haber publicado con una editorial? ¿Tener lectores? No lo sé realmente. Lo que sí sé es que llevo desde los 13 años escribiendo de manera regular, en ocasiones de manera obsesiva, y que tengo un montón de escritos regados en cuadernos y archivos de computador.

Entonces dije: cojamos aquella recopilación que ya tengo hecha, de lo que yo considero mis mejores reflexiones -¿ensayos?-, que de hecho Cristina ya había editado e impreso para dármela como regalo -y que podría considerarse como mi primer libro físico (claro, después del que hice en séptimo, o segundo de bachillerato, como quieran llamarlo)- y démosle un toque más formal, con una diagramación y una estrategia de marketing y ventas "más profesional". Y eso comencé a hacer.

Ya conocía una herramienta de diagramación -Canva-, ya tenía la recopilación de escritos, tenía una marca personal relativamente bien organizada en redes sociales y en mi sitio web, y considero que sé lo suficiente sobre marketing digital y sobre email marketing como para poder empezar a vender el libro. Por tanto, fue cuestión de disciplina y acción.

Al cabo de aproximadamente un mes ya tenía el libro prácticamente listo, editado, diagramado, con portada y una presentación decente. Mientras lo iba editando, también fui haciendo los preparativos para libros siguientes (otros escritos que tampoco habían visto la luz pública), y fui puliendo la manera como quería que mis lectores me percibieran (por ejemplo, la personalización de los libros, la seguridad de los mismos, la colaboración con otras personas que también participaron en la redacción, el tipo y frecuencia de publicaciones en redes sociales, y más cosas).

Me inventé una editorial, hice lo que pude para darle al libro un aspecto muy similar a un libro comercial, creé una imagen en 3D de cómo se vería si fuera físico, y hasta creé una playlist en Spotify para acompañar la lectura.

Es decir, le di rienda suelta a mi imaginación e hice las cosas a mi manera. En cuanto a las preguntas que me agobian, creo que seguirán allí durante un tiempo, pero he logrado convencerme de que el libro tiene una extensión aceptable, teniendo en cuenta su tema y que es el primero que publico (por cuenta propia); también acepté que su subtítulo se corresponde al menos con uno de sus escritos; y finalmente, creo que el hecho de publicar de manera personal es tan válido como hacerlo con participación de una editorial. Ambos métodos tendrás sus ventajas y desventajas, y si en algún momento puedo trabajar con alguna de ellas, seguramente aprenderé y disfrutaré durante el proceso.

Por el momento, seguiré con mis planes de convertirme en escritor.



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