Mi educación, tal como la imagino si hubiera nacido en el 2016

Foto de Elisa Calvet B. en Unsplash



Por estos días mantengo pensando más de la cuenta. Tal vez sea porque estoy a punto de terminar mis días de pregrado en la universidad, o porque estoy viendo pocas materias, o porque esta última semana fue diferente debido a que se celebró la XI Semana de la Ingeniería en mi Universidad, la Militar Nueva Granada, y por tanto no hubo clases sino actividades académicas diferentes, deportivas y culturales.

Por estos días pienso en lo que he obtenido (o más bien, en lo que me he convertido) luego de casi 9 años de estar en la universidad; las cosas que viví, que hice, que no hice o que debí haber hecho. También pienso en aquello que me gustó de mi educación universitaria, aquello que no, aquello que creo que me ha sido útil, y aquello -bastante- que creo que no sirve para mucho (para muy poco, en realidad).

El punto es: si naciera hoy, en 20 años no haría exactamente lo mismo que he hecho hasta el momento en cuanto a mi formación académica se refiere. Y cuando digo formación académica me refiero a todo, colegio, primaria, secundaria, universidad, carrera técnica, etc. Obviamente esto es muy fácil de decir en retrospectiva. Pero creo que lo que voy a comentar puede ser una muy buena opción para los jóvenes que posiblemente vivirán en 15 o 20 años esta etapa de sus vidas.

Si me preguntaran, yo le diría a un joven que, a menos que esté absolutamente seguro que va a dedicarse a la investigación -cosa que es tremendamente difícil de decir alrededor de los 16 años, aproximadamente, cuando uno sale del colegio- no estudie una carrera de 5 años en una universidad. No sé cómo llamar a estas carreras sin excluir a otras de menor duración: ¿universitarias?, ¿profesionales? Para mi, tanto las de dos, tres, cuatro o cinco años o más, si se dan en una universidad, son universitarias, y si se dan con excelentes estándares académicos -entiéndase como buenos planes de estudio, una adecuada infraestructura, profesores capacitados, suficientes recursos, contacto empresarial, investigativo, etc.-, entonces son profesionales.

Paréntesis: eso de decir que uno se va a dedicar a la investigación, ¿acaso tiene que excluir otro tipo de actividades? ¿No se puede ser entonces empresario, deportista, cocinero? Final del paréntesis.

Si la persona me dice "No, no me interesa la investigación", entonces yo le diría que hiciera una carrera corta de dos o tres años -carrera técnica o tecnológica, como se les conoce en Colombia- para que aprenda las habilidades específicas necesarias para desempeñarse en algún campo, o que aproveche las maravillas de la tecnología y se dedique durante un tiempo a hacer cursos online, preferiblemente certificados, para aprender, o descubrir, aquello que le gusta.

¿Para qué estudiar cinco años si en uno o dos puedo obtener los conocimientos necesarios para dedicarme al campo de la seguridad informática, por ejemplo, a través de únicamente MOOCs, y además invirtiendo alrededor de la décima -o incluso menos- parte de recursos económicos?

Claramente esto no aplica para todos los campos del conocimiento. Los más beneficiados son aquellos que necesitan únicamente de computadores, electrónica de bajo costo, libros, recursos que se encuentran a través de internet, lápiz y papel. Existen otros que requieren de maquinaria, equipos especializados, o salidas de campo, que no pueden aprenderse a través de la pantalla de un computador

Pero de lo que sí estoy seguro es que todos se podrían ver beneficiados de la tecnología al reemplazar algunas de esas tediosas clases de tablero por videoconferencias; ahorrando tiempo y dinero tanto para los estudiantes como para los profesores, e incluso para la universidad -a largo plazo.

Hay muchos factores en la vida que uno no puede controlar, y que en cierta forma van delimitando el camino que se va recorriendo. Pienso que hubo varios de estos elementos que me llevaron al punto donde estoy hoy, sumando en gran medida mis decisiones. Sin embargo, si naciera hoy, y si dependiera totalmente de mi, en 15 o 16 años no estudiaría ingeniería en mecatrónica e ingeniería en telecomunicaciones.

Lo primero que haría al terminar el colegio (si es que fuera a uno, pero eso es tema de otro post), sería dedicarme un año a mi mismo, mis gustos, mis pasiones, descubrir actividades, conocer en qué consiste el trabajo de diferentes personas, en lo posible viajar, en definitiva, conocer la realidad y el mundo.

Después de eso, analizaría si necesito un extenso bagaje de conocimiento para alcanzar esa primera meta que he descubierto durante el año(s) anterior, o si únicamente quiero aprender alguna habilidad específica. Dependiendo de eso, podría decir qué es lo que quiero estudiar, y hacia dónde quiero realmente encaminar mi vida.

En 15 o 20 años, veremos cómo está el mundo, y si leo este post nuevamente, o si alguien lo hace a través de este blog, que ojalá todavía exista, podremos ver qué tanto me acerqué a la realidad.

Comentarios