Mis compañeros de colegio

Foto de CDC en Unsplash

Nunca me dijeron, ya fuera en el colegio o la universidad: <<Mírense los unos a los otros, miren a su alrededor, conózcanse, pues es muy probable que pasen mucho tiempo juntos, y eso los va a marcar. Hagan un buen ambiente, cultiven buenas relaciones entre ustedes, ¡pues en el futuro es posible que trabajen juntos!, o así no lo hagan, se podrán encontrar por la calle, y podrán recibir un cálido saludo, una sonrisa, quizás un abrazo. Porque la vida va avanzando, y como todo tiende al desorden, las relaciones también, y las personas se dispersan, pero a los humanos les gusta vivir en compañía, y recuperar una relación es mas difícil que mantenerla>>

Nada, nunca. Hoy me pongo a pensar en lo que hacen quienes fueron hace ya tiempo mis compañeros de colegio, y me sorprenden los giros que da la vida (en este caso, para bien); nunca me imaginé que yo o ellos estaríamos haciendo lo que hacemos actualmente.

Mi visión con respecto a la vida siempre fue, y creo que aún lo es, muy reducida. Y me desconcierto lo valientes, arrojados y creativos que han sido algunos de aquellos muchachos con los que apenas hablaba en el salón de clases. Me preguntó, ¿cómo se atrevieron a hacer eso? ¿quién les dijo que se podía? ¿cómo descubrieron que existía? Me hubiera gustado descubrirlo, o que alguien me lo dijera.

Sea como sea, es reconfortante saber que nos convertimos en personas muy diferentes pero dedicadas, y que vale la pena estar en contacto con ellas.  

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