¿Para qué tanto?

Foto de Waranont (Joe) en Unsplash

¿Para qué aprendemos lo que aprendemos? ¿Todo es necesario? ¿Deberíamos aprender solo aquello que vamos a usar? ¿<<usar>> significa hacer algo que servirá para otros, o con que sirva para nosotros mismos es suficiente? ¿Qué determina eso? ¿Querer ser útil? ¿o querer ser famoso y reconocido?

Durante varios días he masticado una y otra vez preguntas como esta en mi cabeza.

¿Para qué tantas integrales dobles y triples? ¿para qué tantos tipos de transistores? ¿para qué tantos ejercicios de mecánica de sólidos? ¿para qué estudiar para cada clase de microcontroladores porque teníamos quiz siempre?

No se. Ahora no aplico nada de eso. Ahora vivo con leer, escribir, saber usar el correo electrónico, una hoja de cálculo, un editor de texto, un programa para imprimir en 3D, sumar, restar, multiplicar, dividir, hablar, y analizar muy bien las situaciones y las personas, sea que lo sea <<analizar>> para cada uno. No se. Hace pocos días leí un libro que decía que no valia la pena pensar en <<si las cosas hubieran sido diferentes...>>, pero es como si necesitara una explicación. Me siento como cuando le pregunté a Martica, mi profesora de religión de primero de primaria ¿quién había creado a Dios?, y ella me respondió que el siempre había existido -lo cual, claramente, no es una respuesta, sino una evasión a mi pregunta. No le guardo resentimiento por algo tan banal, simplemente me siento igual. 

¿Para qué sirve coger ese libro de cálculo y ponerme a repasar todos esos temas que ya vi y que ya olvidé? La pregunta puede tener múltiples respuestas, como algunos exámenes de la universidad (aunque algunos no tenian la respuesta correcta): para alguien puede ser el simple hecho de pasar un buen rato, distraerse y ya. No tendrá aplicación más allá de eso. Es decir, estará reviviendo lo que hizo en la universidad. Otro dirá que es para dar clases posteriormente, o hacer videos en Youtube. Pero a mí eso me parece que replica y apoya lo que tanto crítico: ese sistema educativo obsoleto que consume muchos recursos (tiempo y dinero) a cambio de inseguridad y escasez.

Tal vez lo que sucede es que no reconozco lo que me dijo una vez Fernando Pérez: perdimos el tiempo. Me duele aceptarlo, me duele reconocer que perdí muchos años (no todos, porque saqué cosas buenas de mi paso por la universidad, conocí gente y espacios), que no sirvió de nada ser excepcionalmente bueno académicamente, que de todo eso no queda nada finalmente. ¿Será eso?

Siempre que vengo a Pereira, mi mente sufre el mismo proceso: es como un reset, como un volver al inicio y ver todo en perspectiva, preguntarme el para qué y el por qué el todo, es revisar si estoy yendo a donde quiero ir de verdad, o al menos saber a dónde quiero ir.

Ya sé. Valdria la pena estudiar todo eso, si uno está seguro que lo va a necesitar y usar. ¿En qué escenarios se va a necesitar eso? Lo deduje hace mucho tiempo: si uno se va a dedicar a la investigación. No sé. Estoy confundido. ¿Cómo puede uno saber que se va a dedicar a la investigación? ¿Si uno tiene 16 años como lo sabe? ¿Acaso no se puede dedicar uno a otra cosa de forma simultánea? ¿Para qué resuelvo ese problema matemático si sé que es prácticamente imposible que me encuentre con una situación igual o similar en mi vida diaria? Ah, ya sé, porque es para pasar una materia (risas); o porque me permitirá entender un tema posterior (puede ser, ¿pero ese tema será útil o será igual a este). Creo que estoy frustrado, creo que no entiendo como funciona la mente de muchas personas dedicadas a la academia. Creo que siempre he pensado que yo era una de ellas, y al final de cuentas, no lo soy. No sé. Seguiré pensando.

Comentarios