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A veces siento que me quedo sin temas para escribir. O más bien, que no vale la pena escribir sobre ellos. Hay miles de publicaciones en internet, de todo tipo, en cualquier formato, hablando sobre los temas que a mí me interesan, muchas veces hechas con más calidad, profesionalismo y profundidad que lo que yo haría. ¿Entonces para qué yo hacer una publicación más?

Creo que la respuesta siempre tiene que ver conmigo y no con los demás. Porque al hacer la publicación, casi siempre de forma escrita, me estoy respondiendo es a mí, estoy organizando las ideas de mi cabeza, estoy llegando a la conclusión de alguna tarea o misión que me había propuesto, y creo que pocas veces lo he hecho por los demás.

Si no fuera por eso, y como creo que prácticamente todo ya ha sido dicho, no publicaría nada. La verdad creo que no digo nada nuevo, o tal vez en muy contadas ocasiones. La mayoría de las veces sólo repito lo que he leído, lo que he escuchado, lo que he visto, añadiéndole si acaso mi estilo o mi punto de vista. Esto mismo que están leyendo es algo así como una repetición de: 

"Todo está dicho ya, pero como nadie escucha, es preciso comenzar de nuevo."

Escritor francés André Gide, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1947