Cuentos de luz para el alma. Cada día eres una persona nueva. Ricard López

Foto de Valentina Yoga en Unsplash



Buda tenía un primo llamado Devadatta, el cual era muy perverso. Un día Devadatta intentó acabar con la vida de Buda arrojándole una gran piedra desde la cima de una montaña. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado de Buda, el cual permaneció tranquilo con una sonrisa en sus labios.

Días después, Devadatta se encontró con el Buda, el cual lo miró, como siempre, esbozando una suave sonrisa. Perplejo, Devadatta, le preguntó al Buda: «¿No estás enfadado?».

Y el Buda respondió: «¡No!».

Devadatta no entendía la reacción del Buda, por lo que le volvió a preguntar: «¿Por qué no estás enfadado?». Y el Buda respondió: «Porque no tengo nada personal contra ti ni tú tienes nada personal contra mí».

Y Devadatta dijo: «Pero, si yo quería acabar con tu vida». Y Buda contestó: «Tú no eres el que quería acabar con mi vida». Confuso, Devadatta, murmuró: «Entonces,…». Y Buda le explicó: «Para el que sabe ver, todo es transitorio, todo está en permanente cambio. Nosotros no somos los de ayer, cada día renacemos».

Devadatta, le preguntó: «¿Quieres decir que hoy soy una persona nueva?». Y Buda concluyó: «En efecto, hoy somos personas nuevas. Ni tú eres el que arrojó la piedra ni yo soy el que estaba allí cuando me fue arrojada».

Comentarios

  1. Pero el malvado Devadatta de ayer cometió un delito, y el arrepentido Devadatta de hoy deberá pagarlo o enmendarlo, para que no renazca otro Devadatta asesino. #franzmerino

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    1. Gracias por tomarte el tiempo de leer y dejar tu comentario, no lo había visto.

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