Un semestre más

Ustedes son buenos.

No crean cuando alguien les dice lo contrario.

Son buenos, tienen diferentes talentos.

Traten de encontrar el que más les gusta.

Encuentren un mentor, alguien que pueda guiarlos de manera sensata.

¡Y arriésguense!

Foto de Sangga Rima Roman Selia en Unsplash

Mientras uno es estudiante universitario, si es que ha tenido la oportunidad de vivir tal experiencia, mide la vida y el progreso de la misma en semestres. "Un semestre menos" decimos o dijimos la mayoría. "¡Un semestre más!" con emoción pensábamos o piensan algunos. 

Sin embargo, creo que ninguna de las dos actitudes debería ser la definitiva. La primera demuestra la ansiedad por terminar y supone una resolución total de la vida que en realidad nunca llega; y la segunda, aunque optimista, puede conllevar a una insatisfacción permanente con uno mismo, pensando en que "siempre me faltará un poco más" para ser lo que en realidad quiero ser. 

En cualquier caso, el semestre una vez más ha acabado, y ambos pensamientos se atraviesan ahora por nuestra cabeza, sin importar el rol que hayamos desempeñado: profesor o alumno. Y como cada semestre desde que inicié mi labor como profesor universitario, llegan a mi mente reflexiones de lo que viví y lo que no, lo que me gustó, me disgustó, lo que está bien y lo que se puede mejorar.

Así que, sin importar la materia en la que nos hayamos cruzado, la universidad o incluso el periodo académico, si aún te queda algo de tiempo en la universidad, puede que lo que estás a punto de leer te sirva para mirar de otra manera tu proceso educativo:

En mi opinión, una educación que estresa está haciendo algo mal. Una educación que se convierte en una pesadilla, que no permite dormir bien, que representa un alto gasto de dinero y que implica esfuerzos innecesarios, es una educación que tiende al fracaso. Es una educación que está haciendo todo lo contrario a lo que se supone que debería hacer, que es: abrir la mente del estudiante y predisponerlo al aprendizaje, al descubrimiento, a la emoción de encontrar la relación entre los temas del mundo y las sutilezas ocultas en su funcionamiento. Porque en realidad lo que causa es aversión al aprendizaje, pereza de desplazarse al centro educativo, desinterés en descubrir nuevos temas y por hacerse nuevas preguntas. 

Claro, muchas veces estas características no dependen de los estudiantes. Dependen del sistema educativo, de los profesores, de las instituciones, y los estudiantes llegan/mos a todo ello con una mentalidad que debemos cambiar y adaptar para poder "triunfar" en todo este proceso. Para poder cumplir sus expectativas, así debamos aniquilar o aplazar las nuestras. 

En cualquier caso, siempre podemos hacer algo para no ser engullidos por esta maquinaria. Por lo menos podemos hacer algo con nosotros mismos, porque cambiar todo el sistema es extremadamente difícil siendo estudiante: 

-  Lo primero que se me viene a la cabeza es que no hay por qué tener afán. No tener afán por terminar rápido todos los requisitos y obtener el título. No tener afán por "ir en línea". Eso no significa tampoco dormirse en los laureles y demorarse una eternidad en terminar la carrera. Significa llevar un ritmo con el que cada uno se sienta bien, y no necesariamente el ritmo que sugiere la universidad o que quieren nuestros amigos. Si yo me siento bien con las 5 o 6 materias que se supone voy a ver al semestre siguiente, fabuloso. Pero si veo que seguramente no me alcanzará el tiempo, porque mi manera de estudiar es diferente, porque hay temas que necesito dominar mejor primero, porque necesito tiempo para actividades extracurriculares, o simplemente porque otros me han sugerido por experiencia propia que no es buena idea ver todo al tiempo porque es demasiado trabajo, pues simplemente inscribo menos materias y listo. Eso no me hace menos inteligente, más perezoso, menos valiente, o nada en particular. Simplemente quiero dormir bien, aprender bien, disfrutar de la universidad, y tener tiempo para otras actividades. LA UNIVERSIDAD NO DEBERÍA SER MI VIDA ENTERA DURANTE EL SEMESTRE, es solo una actividad más. Tal vez la más importante, a lo mejor sí. Pero no la única. 

- Relacionado con lo anterior viene el asunto de las actividades extracurriculares y las oportunidades académicas. Y creo que una de las mejores experiencias que puede uno tener en la universidad es irse de intercambio. Si pueden hacerlo, HÁGANLO. No importa si es en último semestre. No importa si se demoran 6 meses más en obtener el título. No importa si les aceptan una sola materia al regresar (claro, tengan eso organizado desde antes de irse). No importa si al regresar ya no pueden ver materias con sus amigos de siempre. Todos esos esfuerzos valen la pena por conocer un nuevo país, una nueva cultura, hacer nuevos amigos y conocer cómo es la educación en otra universidad.

- Ahora: las calificaciones. Aprender algo no es como presionar un interruptor. No es algo que suceda de un momento a otro, no es algo que podamos ubicar en un instante específico. Es un proceso, y para cada quien es diferente, e incluso cada día es diferente para cada quien. Puede ser que yo aprenda mejor en las noches, pero tal vez hoy me siento cansado y preste poca atención a la sesión vespertina. Así que la calificación no es algo de poner un número en un instante definido. Es poner un número, sí, pero que trata de representar el proceso completo, no un instante definido. Y eso, en cualquiera caso, es muy difícil, y al hacerlo trato de tener en cuenta siempre cada aspecto que he podido observar en el estudiante: su puntualidad, interés, participación, dedicación, esfuerzos, resultados, actitud, etc. El proceso de aprendizaje del estudiante incluye muchos factores, o al menos debería, y no sólo debería corresponder al resultado de una prueba. Además, también sugiero, como estudiante, tener claro desde un principio qué es lo que quiero con la materia: ¿aprobar o aprender? No tiene por qué haber ninguna relación entre las dos cosas. Puedo pasar sin aprender. Puedo aprender sin pasar. Puedo aprender y pasar. Puedo reprobar y no aprender. Si uno tiene claro desde el principio qué es lo que quiere, se ahorra tiempo, le ahorra tiempo al profesor y a los compañeros, porque desde un comienzo puede decir: a mi no me interesa en realidad este tema, voy a hacer el esfuerzo mínimo necesario para aprobar y ya está, pero manteniendo el respeto adecuado tanto con mi profesor como con mis compañeros que sí están interesados. O por el contrario, puede decir: esta materia es mi preferida, voy a dedicarle la mayor parte del tiempo y voy a hacer mi mejor esfuerzo. Dependiendo de la elección, se puede buscar a unos compañeros acordes a nuestro objetivo, y al momento de presentar los trabajos, se le puede decir claramente al profesor cuál es nuestra postura. Al menos yo valoro este tipo de actitud, y la prefiero por encima de aquellos que buscan obtener la máxima calificación al costo que sea, como copiando o aprovechándose del trabajo de otro y simulando que se han esforzado o que les interesa el tema.

- Relacionado con las calificaciones, viene el asunto del promedio. Vean, el promedio sirve para ganar matrículas de honor, descuentos y becas, darle una alegría a la familia, sentirse orgulloso durante un tiempo, y pare de contar. Es decir, como con todo en la vida, pero menos importante. Nadie los va a reconocer en un aeropuerto por haber sacado 5 (y si así fuera, ¿qué importa?), ni los van a llamar al celular cuando se sientan deprimidos debido al síndrome del impostor. Una vez se termina la universidad, el promedio sirve para poco más que una anécdota. ¿Que necesito un promedio alto para entrar a una maestría? Si, pero también conozco personas que no tenían el mejor promedio e hicieron muy buenas maestrías en muy buenas universidades. ¿Que necesito un promedio alto para hacer un doctorado? Hum, tal vez, aunque tal vez piden es el promedio de la maestría. E igual, conozco personas que no tuvieron el mejor promedio en el pregrado y en la maestría e hicieron su doctorado. ¿Que perdí tres veces una materia y por eso soy un desastre académico? Puede ser, como puede que eso no importe para nada, que tan sólo se trató de un periodo difícil en tu vida, y que probablemente podrás seguir haciendo una maestría y un doctorado si eso es lo que te interesa. En conclusión: NADA DE ESO IMPORTA.    

- ¿Continuar estudiando?. Si quieren seguir estudiando, perfecto. Pero les diría que no lo hicieran ahora, les diría que esperaran un poco, unos años, antes de hacer cualquier posgrado. ¿Por qué? Porque uno sale con indigestión de conocimiento. No ha tenido el tiempo suficiente para digerirlo, como cuentan en esta corta historia. Tómense el tiempo de decantar lo que han aprendido, de experimentar con sus gustos, de definir qué es lo que les interesa. Luego de eso tendrán más claro qué les gusta y si quieren estudiar más al respecto. Y si es así, piensen en abrir su abanico de oportunidades: otra universidad, otro país, otra cultura. 

- Con respecto al trabajo (y a las prácticas, si piensan hacerlas), no esperen hasta estar en en último semestre para pensar en esto. Faltando un año para terminar materias comiencen a pensar en qué les gustaría trabajar o qué les gustaría hacer. Busquen empresas, miren videos, miren nombres de cargos y sus actividades, si pueden entrevístense con personas que trabajen en lo que les interesa, es decir, recolecten información. Un buen lugar para hacer esto es LinkedIn. Y cuando ya tengan definido una posible empresa y cargo, comiencen a prepararse para las actividades que tendrían que realizar, aprendiendo las habilidades que solicitan. 

- Casi que sin importar la materia que hayan visto conmigo, puedo decirles con total seguridad que hay algunas habilidades que muy probablemente necesitarán y que no se las están enseñado en sus carreras. Así que, si pueden, tomen un curso de:

    - SCRUM: para saber cómo gestionar proyectos ágiles, sobre todo en software.

    - Servicios en la nube: sobre todo si están relacionados con algún área de programación.

    - GitHub: si les interesa el área de desarrollo de software o de análisis de datos.

    - Python: al menos lo básico, si están interesados en el área de software.

    - Bases de datos:  SQL y no SQL, útil para múltiples áreas del conocimiento.

- Por último, les repito algunas sugerencias que les hice durante el semestre, porque me parece que son importantes y porque siento que les hacen poco énfasis:

    - Tengan un portafolio: en el sitio web o plataforma que quieran, donde vayan montando y mostrando sus proyectos, lo que han hecho, lo que saben hacer, y lo que podrían hacer. Preferiblemente en inglés.

    - Mantengan su perfil de LinkedIn actualizado, entre más detalles, mejor. También en inglés. Coloquen como puesto el cargo que quieren obtener, no el que tienen actualmente.

    - Usen adecuadamente sus redes sociales. Ellas son su MARCA PERSONAL. Hagan un ejercicio sencillo: búsquense en internet, en Google, a ver qué les sale. Eso que les sale seguramente será lo que verán sus posibles clientes, empleadores o socios. Si no les gusta lo que ven, ya tienen trabajo por hacer. 

Creo que eso ha sido todo lo que quería compartirles. Espero que, más allá de la teoría de la materia (porque todo lo encuentran en internet, ya sea en libros, podcast, videos, blogs, foros o páginas web), hayan aprendido o visto la importancia de cosas tan elementales como: comunicarse adecuada y claramente, la puntualidad, la habilidad de seguir instrucciones, saber leer bien, aprovechar bien el tiempo (el dinero se recupera, el tiempo no), saber tomar decisiones en el momento adecuado, cumplir las promesas (si es hasta las 3 pm, es hasta las 3 pm), y aprender a cuestionar lo que nos dicen, sin importar quien lo diga; lo que importa es la evidencia. 

Luego de ver sus sustentaciones, en todas las materias en las que los acompañé, me alegra ver lo que son capaces de hacer luego de un semestre de estudio, y me hace sentir un poco orgulloso el saber que algo influí en ello, por poco que fuera. Seguramente a algunos les gusté más que a otros, o algunos me entendían mejor; eso siempre sucede, es inevitable, nos vamos a encontrar con profesores que nos van a parecer buenos o malos, y a otros les va a parecer lo opuesto. Sin embargo, lo que sí trato de hacer siempre en clase es comportarme de la mejor manera con los estudiantes, con posibles futuros colegas, socios, empleados o empleadores, evitando actitudes y comentarios negativos que muchas veces reciben los estudiantes por parte de los profesores. Además, traté de hacer lo mejor en cada clase; cada sesión era como un examen para mí, debía prepararla para poder transmitirles los conceptos que consideraba más importantes, y estar dispuesto a enfrentarme a posibles preguntas o dudas que tal vez no hubiera considerado. 

En fin, el semestre ha terminado, les deseo muchos éxitos, hagan lo que quieran pero vivan, tomen o dejen mis comentarios, prueben, experimenten, porque en realidad nada es tan importante como vivir. Nos podemos morir mañana y ahí quedan los "problemas", la plata, los sueños y todo lo planeado.