Reflexiones en medio de la pandemia: Parte 4

Cuando disminuyen mis actividades obligatorias, como por ejemplo durante el periodo de vacaciones, o incluso ahora por estos días que paso tanto tiempo conmigo mismo, mi cerebro como que se relaja y comienza a pensar más de lo necesario. Ahora mismo cree que está en vacaciones y quiere hacer actividades propias de dicha época (no ha podido entender que sigo en teletrabajo).

Foto de Fusion Medical Animation en Unspla



Esto ha ocasionado que durante los últimos días haya soñado mucho, mucho más de lo que normalmente lo hago, o, al menos, de lo que acostumbro recordar.

Y en esos sueños aparecen personas que han marcado mi vida profundamente, y que ya no están. No han sido muchos, los puedo contar con las manos. Algunos ya no están en este plano terrenal, o como quieran llamarlo -dimensión-, y otros siguen compartiendo mi tiempo, pero no mi espacio. Y unos cuantos más, aún permanecen, aunque con ellos no sueño tanto.

Y en mis sueños vivimos realidades alternas, memorias cambiadas, historias que pudieron ser, palabras olvidadas, nunca dichas. Y luego, me despierto, y ellos aún no están, y yo sigo encerrado.

Comentarios