La ansiedad oculta Capítulo 1: introducción

 No es un libro egocéntrico para contar lo que yo considero mis triunfos o fracasos.

No es para quejarme de la vida, de supuestas injusticias u oportunidades perdidas. Es una reflexión de cómo nos vamos/van encerrando en un estereotipo.

Es una reflexión de cómo me tardé casi 30 años en entender que las personas no me están evaluando todo el tiempo, que puedo decir “no sé”, o “no me acuerdo”, y que puedo equivocarme. ¿Por qué lo estoy haciendo? Porque quiero sacar de mi tal vez muchos pensamientos, recuerdos y emociones guardadas, y porque tal vez esto que cuento puede servirle a alguien que se sienta encerrado por la presión del “éxito” y la “perfección”, ya sea consciente o no de ello, o a aquellos que posiblemente estén comenzando un camino que pueda llevarlos hacia este estado de ansiedad.

He pensado mucho en los últimos años, desde que salí de la universidad (aproximadamente 2017), acerca de ese estado permanente en el que permanezco cada vez menos, caracterizado principalmente por el temor al error, o también puede ser al sentimiento de que todos me están evaluando todo el tiempo. La verdad no sé cuál conlleva a cuál.

Y creo que este estado me acompaña desde muy pequeño. Lo digo porque recuerdo el día en el que perdí mi primer examen en el colegio, a los 8 años, y ya desde ese momento me sentí como solía sentirme en situaciones similares años después.

Lo que estoy contando seguramente podrían decirlo personas famosas, reconocidas, multimillonarios, deportistas, personas con más “éxito”. Y a lo mejor sí, ellos también han vivido o viven algo similar, pero eso no implica que lo de ellos o lo mío sea más real, válido, o que tenga más credibilidad.

He llegado a esta reflexión que están leyendo luego de varios años de introspección, de análisis interno, de hacerme constantemente preguntas sobre el éxito, sobre realización personal, la perfección, de entender los preceptos del karate y principios de diversas corrientes filosóficas.

Tampoco quiero que se convierta en una autobiografía. El interés principal no es contar mi vida desde mi perspectiva sino tratar de contar cómo poco a poco el éxito, así sea en pequeñas cosas, se va convirtiendo en una obsesión, y cuando relativamente “se consigue”, la aprobación y expectativa de los otros comienza a regir nuestras vidas.