El manejo del tiempo

Foto de Brad Neathery en Unsplash



En muchas ocasiones, durante toda mi vida, algunas personas me han hecho la siguiente pregunta: "¿pero, cómo haces para hacer tantas cosas al mismo tiempo?". Yo la verdad no sé qué responder, simplemente hago las cosas y ya. Hay épocas, o temporadas de mi vida, que si me pongo a recordarlas, sí creo que hacía actividades en exceso. Y hay otras en las que siento que no hacía nada. Lo peor de todo es que ya no me siento bien en ninguno de los dos casos. Como siempre he dicho (y muchos otros antes que yo), todos los excesos son malos. La prudencia es necesaria.

Sin embargo, aprovechando que Cristian me hace preguntas similares en un comentario del artículo anterior a este, pienso que no es mala idea escribir acerca de aquello y plasmar algunos de los métodos y reflexiones que he ido aprendiendo y deduciendo a lo largo del tiempo. 

Las preguntas que hace Cristian son:
  • ¿Cómo manejo el tiempo? 
  • ¿Cómo decido cuánto tiempo dedicarle a alguna actividad?
  • ¿Cómo realizo tareas que tienen una curva de aprendizaje alto?

1. Lo de manejar el tiempo tiene mucho que ver con conocerse muy bien a uno mismo. Miren, hay actividades que uno realiza mejor en ciertos días, o a cierta hora del día. Tal vez uno se sienta mejor haciendo ejercicio en la mañana, leyendo en la noche, y estudiando en la tarde. O puede que no. Así como hay actividades que uno hace mejor solo que acompañado, y viceversa. Y hay otras que rinden más si se hacen en la casa que si se hacen en la oficina. Y así podemos seguir con un largo etcétera, cambiando variables.

Descubrir estos horarios y estas actividades es una tarea un poco complicada y tarda mucho tiempo, tal vez años. A lo mejor es un proceso así de lento porque pasamos la mayor parte de la vida siguiendo los horarios y cronogramas que otros nos imponen, y no tenemos la oportunidad de probar por nuestra cuenta. O tal vez yo soy muy indeciso y ya.


Hubo una época en la que me obsesionaba con hacer mi horario del día, y me esforzaba al máximo por cumplirlo. Pero hay muchas variables que uno no controla (el tráfico sobre todo, tareas repentinas, favores), y en varias oportunidades no podía cumplir todo lo que me había propuesto, así que comenzaba a atrasarme en "mis tareas", o comenzaba a reducir el tiempo de unas para hacer las otras, etc. y al final terminaba era decepcionado de mi mismo por no haber cumplido mi promesa y los deberes que yo mismo me había impuesto.

Por ese motivo, dejé de hacer esos horarios y cronogramas tan estrictos, y ahora más bien dejo que, en cierta forma, las actividades vayan surgiendo por sí solas, de acuerdo a las necesidades, urgencias y motivaciones que tenga.


2. Un "truco" que uso a la hora de manejar el tiempo, es realizar diversas actividades, una a continuación de otra, para no aburrirme. Hace tiempo podía quedarme sentado haciendo una misma labor durante horas y horas. Bueno, pues creo que esa capacidad ha ido disminuyendo con el paso del tiempo (o a lo mejor ya no me doy cuenta), pero cuando estoy haciendo una actividad y pierdo la motivación, no dejo de trabajar, sino que cambio de actividad. Esto tiene sus ventajas y desventajas. Como ventaja, es que aprovecho el tiempo para trabajar en diversas tareas. Lo malo, es que comienzo muchas. Y luego me cuesta acabarlas todas.

También se pueden hacer sesiones de trabajo cortas, de 25 minutos. Se pone la alarma del celular para que suene cada cierto tiempo, y entonces uno para un momento, se levanta, se estira, habla con alguien, come o toma algo, y luego se sienta y continúa. Esto también sirve. Yo nunca lo he hecho, prefiero hacer mi labor hasta que me sienta agobiado, y en ese momento cambio de actividad o hago una pausa. 

Ahora, ¿qué tantas cosas hacer? Esa es una de las preguntas que junto con "¿estoy haciendo algo productivo?", me afectan constante y profundamente. A mi me gusta leer, dibujar, hacer música, estudiar, hacer deporte, seguir con mi empresa, salir con mis amigos, etc. muchas cosas, pero es que ¡todo eso no se puede hacer en un día! Así que uno debe colocar prioridades. Hacer más unas actividades que otras. Eso implica no ser tan bueno (o ser malo) en unas actividades y no en otras. Una lástima, pero así es, y el único remedio es el tiempo y la disciplina. Hacer algo, con regularidad, durante mucho tiempo. Una vez mi más reciente profesor de música, Felipe, me dijo que cuando él tenía como 15 años, lo único que quería hacer en todo el día todos los días, era tocar la guitarra. Excelente, lo tenía claro. Mal por mi, porque no puedo tocar la guitarra todo el día, y al mismo tiempo leer todo el día, o estudiar todo el día, o atender clientes todo el día, etc. Toca elegir.

3. ¿Y cómo distribuir el tiempo con aquellas actividades que sabemos que nos tomarán mucho tiempo terminarlas o aprenderlas? Uh, que respuesta más complicada. Lo que yo hago, es, primero que todo, pensar y determinar muy bien si la actividad me va a gustar mucho, si me va a apasionar. No digo que una actividad lo entusiasme a uno del principio hasta el final, porque en muchas ocasiones uno empieza animado y al final ya no quiere hacer nada, pero al menos si una gran parte. Y para esto se puede aplicar el refrán que dice "Lo que se inicia con pasión, se termina con disciplina". En esos casos me IMAGINO cómo me sentiré luego de unos días de haber empezado la labor, me IMAGINO si podré sortear con entusiasmo sus dificultades, trato de IMAGINARME todo. Y de acuerdo a como me sienta en esas "situaciones mentales", tomo la decisión de si empiezo o no la tarea.

Finalmente, cuando se trata de proyectos largos, complejos o con una curva de aprendizaje alto (es decir, que toma mucho tiempo aprender a hacerlo), trato de elegir pocos, a lo sumo tres, porque sé que luego me será difícil acabarlos. Por eso siempre digo que lo más difícil del proyecto es iniciarlo, es dar el paso, tomar la decisión. Porque si hago eso, me estoy comprometiendo, conmigo mismo y con otros, a terminar el proyecto. Es mi palabra la que está en juego. Incluso mi palabra conmigo mismo.

Saludos a Cristian, y espero haber resuelto algunas de las dudas que tenía en su mente.

Comentarios

  1. Hola Camilo,

    Que buen escrito, digamos que lo que me pasa ahora es que no tengo ganas de hacer muchas cosas que antes si, cuando uno acaba la universidad se enfrenta con una cantidad de tiempo masivo que la verdad no he encontrado aún como ocupar y en esa tarea ando.

    Me sirve mucho el escrito y veré si me inspiro para escribir un propio.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Cristian

      Creo que eso nos pasa a todos. Y creo que el problema no es causado por nosotros, sino por el sistema educativo. No estamos preparados para ese "impacto" que se experimenta al terminar la carrera. Y es porque estamos acostumbrados a que nos digan qué hacer. Pero cuando ya no tenemos que hacer nada que hacer por obligación, quedamos sin rumbo. Además, estoy convencido de que entre más cosas uno haga, más quiere hacer. Al menos eso me pasa a mi. Pero cuando uno no hace nada, o hace poco, cualquier actividad, por pequeña que sea, le parece difícil, complicada. Es una inercia que toca vencer. Apenas se comienza a hacer algo, se ve más factible terminarlo, lo difícil es empezar. Además está también eso de la procastinación, dejar las labores para después, que viene a ser lo mismo que ya mencioné, evitar tomar la decisión de iniciar. Y así se tenga mucho tiempo, si se tiene una sola tarea, seguro esa tarea nos copará todas las horas que tengamos disponibles. Por eso digo que entre más cosas uno haga, más quiere hacer, e incluso hasta cierto punto, más le rinde. Pero todo tiene un límite, tampoco hay que empezar mil proyectos y no acabar ninguno.

      Eliminar
  2. Por eso creo que es importante que, antes de finalizar la carrera, o el estudio que sea que esté haciendo, uno piense qué quiere hacer cuando termine, ya sea iniciar un proyecto personal, en conjunto, buscar determinado trabajo, etc., pero lo importante es imaginarse en esos momentos, tratar de imaginar que ya no tiene responsabilidades académicas, que tiene un montón de tiempo libre disponible, y preguntarse, ¿qué quisiera hacer? Hacerse esta pregunta puede ayudar a prepararse para cuando el momento real llegue.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario