Arturo Calle y el don de la paciencia

Arturo Calle es uno de los más grandes empresarios colombianos de la segunda mitad del siglo XX. Seguro has visto alguno de sus más de 80 almacenes en Colombia, o alguno de los últimos que ha empezado a abrir en el exterior en países como Estados Unidos o Panamá. O quizás hayas usado sus prendas de vestir. ¿Quieres saber cuál es su secreto para el éxito?

“Uno tiene que tener actitud en la vida” es lo que dice muchas veces don Arturo, como lo llaman muchos, quien nació en 1938 en Medellín, y quien ayudaba económicamente a su madre y a sus 9 hermanos desde que estaba muy pequeño. Desde los 10 años ya vendía en la plaza de mercado del barrio Robledo en Medellín todo lo que su familia y hasta sus vecinos producían en sus huertas, como frutas, hortalizas y flores.

Sólo terminó el bachillerato, y casi no le gustaba estudiar, prefería vivir libre, trabajar, y hacer dinero. Desde muy temprano en su vida quiso hacer empresa, ser independiente en lugar de ser empleado. Entonces, ¿cómo logró conseguir todo lo que tiene ahora?

Arturo Calle dice que se rehusa a ser viejo, y aunque tiene más de 15 operaciones con marcapasos incluido, hace ejercicio y monta bicicleta. Tiene cinco hijos, cuatro hombres y una mujer, y son ellos los encargados actualmente de gerenciar la empresa. Dice que si no se hubiera dedicado a la moda hubiera montado una cadena de restaurantes de comida rápida. Incluso aún lo piensa. Además, con el paso de los años ha llegado a la conclusión de que si ahora se dedicara a estudiar, le gustaría profundizar en los idiomas y en el uso de las TIC, pues las considera fundamentales en el futuro de los negocios.

Desde muy joven comprendió el deber que tiene todo ciudadano en la construcción de una mejor sociedad. A través de su madre entendió el valor de la solidaridad. Cuenta que ella llegaba a su casa en muchas ocasiones con la mitad del mercado que había comprado, pues había repartido el resto entre personas necesitadas en medio del camino.

Siguiendo su ejemplo, desde hace más de 30 años dona dinero a fundaciones dedicadas a la educación, la salud y la adquisición de vivienda a través de su propia fundación.

Arturo Calle empezó con muy poco. Con escaso dinero llegó a Bogotá en la década de los 60, y luego de trabajar incansablemente durante algunos meses en un almacén de ropa, compra en 1966 el suyo propio, uno muy pequeño, de apenas 8 metros cuadrados. Luego de dos años ya había comprado un par más, y ya les ha cambiado el nombre de “Danté” por “Arturo Calle”.

Siempre se ha enfocado en la calidad y en la atención al cliente, así que decidió fabricar directamente sus productos en lugar de comprarlos a terceros, pues se dio cuenta de que era la única manera de poder innovar en diseño y ofrecer mejores precios y calidad. Por este motivo se alió con empresas de manufactura y confección, algunas también muy grandes hoy en día. Esto le permitió ofrecer una excelente relación calidad – precio, lo cual, junto con su excepcional atención al cliente evidenciada en servicios únicos como el de sastrería, lo han llevado a liderar el mercado de la moda masculina en Colombia, y le han permitido incursionar en calzado, ropa infantil, uniformes institucionales, y hasta pensar en moda femenina, un mercado muy competitivo.

La marca Arturo Calle cuenta actualmente con más de 6000 colaboradores, 5000 empleados, tiene presencia en más de 24 ciudades de Colombia, y en el exterior en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos; tiene tres plantas de manufactura, una en Pereira y dos en Bogotá, y todo esto empezó con un hombre disciplinado que llegó de otra ciudad con apenas unos 12000 pesos que había ahorrado durante más de dos años de su primer trabajo en la industria textil, en una empresa fabricante de medias, llamada Hilanderías Pepalfa.

¿Cómo lo hizo?

Arturo Calle dice que las bases del éxito se fundamentan en: tener un horizonte claro, tener el don de la paciencia y ser honrado.

Para tener un horizonte claro, es necesario hacer lo que a uno le gusta, y disfrutarlo, como lo dice él mismo. "¡Tener paciencia significa hacer las cosas sin afán!, sin preocuparse por ser el más grande o el primero, haciendo las cosas una por una, enfocándose en la calidad, en los clientes y los precios". Arturo Calle dice “El dinero nunca se acabará, y el mundo tampoco, entonces no hay afán de hacer riqueza en corto tiempo”. Y finalmente, ser honrado, no endeudarse, y ser generoso en justa medida. "Si usted ya tiene, ¡entonces déjele a los que no!"

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