Pepe Mujica

Inventamos una montaña de consumo superfluo, y hay que tirar y vivir comprando y tirando. Y lo que estamos gastando es tiempo de vida, porque cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Pero con esta diferencia: la única cosa que no se puede comprar es la vida. La vida se gasta. Y es miserable gastar la vida para perder libertad.


José Alberto “Pepe” Mujica Cordano, el cuadragésimo presidente de Uruguay, elegido para el periodo comprendido entre los años 2010 y 2015, nació el 20 de mayo de 1935 en Montevideo.

Descendiente de vascos e italianos, quedó huérfano de padre a los 6 años. Cursó primaria y secundaria en la escuela pública del barrio donde nació, y el bachillerato no logró terminarlo. Desde pequeño se dedicó a las labores del campo y se sentía atraído por las luchas sociales. Incluso fue un activista del movimiento estudiantil. También tuvo un periodo dedicado al deporte, pues entre los trece y los diecisiete años practicó ciclismo con varios clubes y en diferentes categorías.

Inició en la política en 1956 al conocer a Enrique Erro, un diputado nacionalista que lo invitó a participar en el Partido Nacional, en el cual llegó a ser secretario general de la Juventud. En 1958 el partido toma fuerza, y Mujica si involucra más en actividades del sector público.

En 1962, Erro y Mujica se separan del Partido Nacional para crear la Unión Popular junto al Partido Socialista de Uruguay y un pequeño grupo denominado Nuevas Bases. Sin embargo, en las siguientes elecciones presidenciales son derrotados contundentemente.

En el año 1964 se integró al Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, grupo con el que participó en varios operativos guerrilleros combatiendo con métodos terroristas.

Mientras tanto, también se dedicaba a cultivar su finca, hasta que las autoridades lo identificaron dentro del grupo guerrillero y comenzaron a buscarlo.

En ese momento, Mujica entonces pasó a la clandestinidad.

Pero en uno de tantos enfrentamientos armados fue herido de seis balazos. También fue apresado en cuatro oportunidades, y aunque en dos de ellas logró fugarse de la cárcel, estuvo preso bastante tiempo.

Debido a esto, Mujica pasó casi quince años en prisión. La última vez fue entre 1972 y 1985, un tiempo en el que vivió largos periodos de aislamiento y en condiciones de detención bastante radicales, llegando incluso al punto de ser casi ejecutado si su grupo guerrillero retomaba las acciones armadas. Mujica describe esos años como un lapso muy difícil, en el que solo podían ir al baño una vez al día, comían poco y vivían en estrechos calabozos. Unos años en los que tuvo que soportar como pudo muchos vejámenes físicos y psicológicos, pues querían quebrarlos mentalmente. Pero en perspectiva, los considera como los años que más “remodelaron” su manera de pensar, los que le enseñaron a ser feliz con poco.

Después de 20 años de lucha armada, y gracias a que la democracia volvió a Uruguay en 1985, Mujica salió en libertad en marzo del mismo año beneficiado por una nueva ley, la cual decretaba la amnistía a los delitos políticos, comunes y militares conexos con estos, cometidos a partir del 1 de enero de 1962.
Pocos años después creó junto a otros antiguos compañeros de lucha el Movimiento de Participación Popular (MPP).

De esta manera, en 1994 fue elegido diputado por Montevideo, y aunque al principio sus propuestas e intervenciones eran ignoradas -él mismo dijo que se sentía como un florero- su presencia en la política fue llamando la atención de la gente ya que Mujica supo capitalizar el descontento que sentía la sociedad por ese entonces.

Comenzó a ascender en popularidad y en 1999 fue elegido senador. En 2005 fue designado como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca por el entonces presidente Tabaré Vázquez, quien vio en él un generador de opinión con una novedosa capacidad de diálogo con la sociedad. Se destacaba por sus expresiones curiosas y comentarios peculiares y hasta un poco salidos de tono. Esto fue recibido con agrado por muchos sectores de la ciudadanía, porque Mujica decía las cosas con franqueza.

En el año 2008 deja su cargo de ministro y vuelve a su puesto en el senado, y muchos medios comienzan a mencionar la posibilidad de una candidatura presidencial, lo cual fue confirmado poco a poco por el mismo Mujica a través de sus actividades y actitudes políticas.

Y así, en junio del año 2009 fue proclamado como candidato presidencial oficial por parte del partido Frente Amplio, con miras a las elecciones de octubre de ese año.

El 25 de octubre de 2009 Mujica pasó a la segunda vuelta de las elecciones, y el 29 de noviembre fue elegido oficialmente presidente de la República. Fue el primer presidente de América del sur con un pasado guerrillero. Su gobierno definió cuatro ejes de trabajo con los que estructuró unas políticas de Estado que trascendieran su periodo de gobierno y fueran relativamente independientes del partido político gobernante. También planteó una ambiciosa reforma de la administración pública inspirada en el modelo neozelandés.

Bajo el mandato de Mujica, Uruguay fue considerado por algunas organizaciones como el país más avanzado de América en materia de respeto de los derechos fundamentales del trabajo. También impulsó un plan de integración para familias sin hogar, legalizó y reguló la venta de marihuana, aceptó públicamente la responsabilidad del Estado uruguayo en las violaciones a los derechos humanos durante los años de la dictadura, legalizó el matrimonio homosexual y despenalizó el aborto.

José Mujica es reconocido internacionalmente por su estilo de vida austero y por declararse algo así como panteísta -es decir, admira a la naturaleza como ser supremo-. Vive en una granja a las afueras de Montevideo donde cultiva flores, rodeado de perros y gallinas. Durante su mandato solo usó la Residencia Presidencial para actos oficiales, tiene como medio de transporte un Volkswagen escarabajo azul de 1987, y prácticamente todo su sueldo lo invirtió en proyectos contra la pobreza.

Mujica, a diferencia de muchos otros mandatarios, es más recordado por sus rasgos personales que por su desempeño en el gobierno. Y mejor aún, es recordado en buenos términos. Bajo su dirección Uruguay se consolidó como un país de éxitos económicos y un abanderado del progresismo social. A pesar de esto, Mujica no solo obtuvo buenos resultados durante su presidencia. También sufrió reveses, pues hubo un déficit fiscal, alta inflación, insuficiente construcción de infraestructuras para telecomunicaciones, y las mejoras en educación que tanto había proclamado y que eran una de sus grandes metas, no fueron realizadas completamente.

A pesar de estas dificultades y gracias a su forma de ser modesta y a las buenas decisiones que tomó durante su gobierno, el “presidente más pobre del mundo”, como era llamado, conquistó a los uruguayos y a los ciudadanos de otros países, y llegó a ser considerado como un héroe en el mundo de la política y un líder con una filosofía de vida honesta y sensata. “La felicidad no es conseguir dinero” y “lo más importante de la vida es la vida misma” son algunas de sus tantas frases.


ENSEÑANZAS

  1. La mejor inversión es la educación: “Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación y tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones de vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos.
  2. Vivir con sobriedad: “Abogo por una manera personal de vivir con sobriedad, porque para vivir hay que tener libertad y pa’ tener libertad hay que tener tiempo…entonces soy sobrio para tener tiempo, porque cuando tú compras con plata no estás comprando con plata, estás comprando con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata
  3. Vivir sin arrepentimiento: “Yo nunca me arrepiento de lo que he vivido porque si no hubiera vivido eso no hubiera aprendido tanto. Y en la vida se aprende mucho más del dolor y las derrotas que de la bonanza
  4. Vivir con intensidad: “Vale la pena vivir con intensidad, y te podés caer una, dos, tres, veinte veces, pero recuerda que te podés levantar y volver a empezar…Derrotados son los que dejan de luchar, muertos son los que no luchan por vivir
  5. Dejar a un lado el consumo superfluo: “Inventamos una montaña de consumo superfluo, y hay que tirar y vivir comprando y tirando. Y lo que estamos gastando es tiempo de vida, porque cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Pero con esta diferencia: la única cosa que no se puede comprar es la vida. La vida se gasta. Y es miserable gastar la vida para perder libertad.

Fuentes:

  • https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mujica
  • https://es.wikiquote.org/wiki/Jos%C3%A9_Mujica
  • https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/uruguay/jose_mujica_cordano
  • https://actualidad.rt.com/Mujica-hombre-cambio-forma-politica

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