Análisis cinematográfico “El espinazo del diablo”

Foto de Alessio Zaccaria en Unsplash



Tal y como dijo un profesor de literatura, a quien estimo mucho, hace unos cuantos años durante su clase de español, muchos miedos del hombre pueden venir de tiempos inmemoriales, y digo inmemoriales porque podrían considerarse prehistoria, es decir, de las épocas de la evolución del hombre correspondientes a los primeros cavernícolas, aquellos que no tenían ningún sistema de escritura, que vivían en cuevas, que no conocían el fuego, y que por tanto, vivían sus noches en total oscuridad, con la luna como único guía para recorrer caminos que podrían salvarlos de mortales peligros, o que por el contrario, podrían llevarlos a un trágico fin.

El miedo a la oscuridad puede considerarse como una de estas fobias que vienen de nuestros más lejanos antepasados. Es tal vez la misma sensación que ellos sentían en medio de sus oscuras, profundas y silenciosas cavernas. Es el miedo a lo negro, lo oscuro, lo que no podemos ver, lo que nos es desconocido, es el miedo que nos hace imaginar seres terribles, seres horribles y crueles, los cuales nacen de tan sólo un leve sonido, una áspera respiración, un ligero murmullo de hojas, una sombra en nuestra habitación, un crujido en la cama, una repentina sensación, una corriente de aire, o un recuerdo no muy acogedor.

Así es la película “El espinazo del diablo”, es oscura y lúgubre, y una de sus principales características es el manejo que hacen de ese miedo tan antiguo pero tan fundido en nuestro interior, la forma como tratan los elementos que siempre han caracterizado al cine de terror desde sus inicios, y que tal vez seguirá distinguiéndolo hasta cuando este arte llegue a su fin, si es que esto ocurre alguna vez.

Ya desde la famosa y reconocida “Nosferatu” se ven los elementos característicos del cine de terror, como la sombra que se acerca lentamente, los espacios oscuros, las construcciones viejas y casi derrumbadas, las respiraciones rápidas y notorias, los largos momentos de silencio, y el aspecto lúgubre de todo el espacio donde se desarrolla la historia.

Pero el “El espinazo del diablo” no sólo utiliza estos elementos cinematográficos, sino que incorpora otros como objetos que se mueven solos, cosas que parecieran entender los problemas de los humanos y que dan respuesta a sus preguntas, entre otros; además, esta película utiliza tanto el suspenso como el terror visual: durante gran parte del comienzo de la película no se muestra al fantasma que atormenta la vida del protagonista de los hechos, sino que únicamente se da a entender que existe un ente sobrenatural que habita ese lugar; por otro lado, ya cuando la película está llegando a su mitad se muestra claramente el espectro, con lo cual se busca producir miedo debido a la monstruosidad, a la aberración y a la asquerosidad.

En cuanto a la relación de la película con su nombre, a primera vista pareciera que es algo muy superficial y un poco ilógico, ya que lo del espinazo del diablo tiene que ver con unos fetos que se encuentran en el orfanato y que presentan un defecto horrible que consiste en una deformación de la columna vertebral, la cual se encuentra por fuera del cuerpo.

Si el análisis se realiza desde este punto de vista, la relación parece poco consistente, pero si no sólo se tiene en cuenta eso sino todo el desarrollo de la película, con la evolución interior de los personajes, con sus acciones, con sus actitudes y con sus pensamientos, entonces uno se puede dar cuenta que el verdadero significado del nombre de la película es la muestra de la maldad del hombre, de la conversión que sufren los sentimientos de los niños, de la falsedad y el interés de Jacinto, de su inhumanidad, de su insensibilidad, de su sed de venganza y sangre.

La película inicia con una escena en la cual muestran a un niño que está muriendo, cuya alma es la que posteriormente aparecerá durante el transcurso de la historia. Después de esa escena inicia la historia como tal, a la que uno le pone cuidado, pero se deja en el olvido aquel primer suceso que parece a primera vista sin ninguna relación con el cuerpo central de la película. Esto sucede hasta que la historia deja entrever que existe un ser sobrenatural presente, y es ahí cuando uno empieza a entender la razón de mostrar la primera escena, lo que es confirmado posteriormente por uno de los mismos personajes quien relata como fue que sucedieron los hechos de la muerte del niño.

Lo anterior se puede resumir así: se muestra una escena aparentemente desligada de la historia central, luego empieza a desarrollarse la historia, y finalmente se recurre al suceso inicial para aclarar completamente la trama de la película.

Y aunque la película se remonta a hechos que sucedieron en el pasado, estos son sólo recuerdos y no hacen parte del desarrollo de la historia que se está dando. Esto significa que la película no hace uso de un flash back, error en el que se podría incurrir facilmente, pues su estructura es lineal, y por lo tanto la historia es una sucesión de hechos que ocurren uno detrás del otro en forma cronológica, a diferencia de una historia no lineal que haga uso de un flash back, como “Ciudad de Dios”, en la cual se muestran en primera instancia hechos que cronológicamente son el final de la historia, y a partir de los cuales se estructura el desarrollo de la película.

Pasando ahora a la historia en sí misma, en mi opinión existen dos puntos que representan la cumbre de la trama y de los sentimientos que ésta produce: el primero de ellos es el momento de la explosión en el orfanato, el cual es el momento más trágico y dramático de la película, pues se muestran todas las construcciones destruidas, muchos niños muertos regados entre los escombros, partes humanas quemadas esparcidas por el suelo, y un sentimiento de dolor inmenso debido a la pérdida del esfuerzo que se hizo durante toda una vida. En este punto se puede observar al doctor, quien se levanta herido y casi sordo por completo, haciendo un gran esfuerzo por mostrar una actitud firme y estable con el fin de cuidar a los niños hasta el final, aunque esta firmeza se ve desequilibrada por unos instante mientras trata de salvar sin éxito al amor de su vida.

El otro punto importante de la historia es cuando los niños muestran en sus sentimientos todo lo que la película está reflejando, es decir, odio, venganza, insensibilidad, muerte y sangre, en la escena cuando deciden que su única opción para salvar sus vidas es asesinar a quien destruyó su hogar, quien mató a sus amigos y quien asesino a sus maestros. Con esto, los niños están dando la puntada final a la película, pues ellos mismos empiezan a ser parte del espinazo del diablo, de ese conjunto de sentimientos instintivos, crueles e inhumanos que les hacen perder la inocencia y que los convierte en algo muy similar a lo que ellos deseaban eliminar.

Julio Caicedo                                     2007

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