ANÁLISIS DE LA OBRA “SWING” DEL PINTOR IMPRESIONISTA RENOIR

El primer cambio evidente que se observa en la obra de Renoir es el tema que ésta está representando, el cual corresponde a una escena de la vida cotidiana, respondiendo de este modo al ideal impresionista que pretendía dejar a un lado los tradicionales temas mitológicos e imaginarios para centrarse únicamente en el mundo y en las personas tal como las veían.

 

En segundo lugar, la obra tiene una característica que llama mucho la atención desde el mismo instante en que se observa: predomina en ella el color amarillo. Tal característica le concede un alto grado de vida, de vibración. Además, el color amarillo resalta el protagonismo de la luz natural en la obra, permitiéndole que desarrolle un halo de tranquilidad, de sosiego, de paz, de frescura, como si se estuviera al aire libre.

De igual forma, se nota también que el azul ocupa gran parte de la ilustración, y lo hace por el lado derecho. El color amarillo ocupa el lado izquierdo, y creativa y magistralmente estos dos colores se combinan al fondo de la obra en la composición de la naturaleza, en los árboles y arbustos. Aparte del azul y el amarillo, los otros objetos presentan colores que son diferentes tonalidades de los ya mencionados, hasta llegar al color más claro que es el del vestido de la mujer.

 

Las sombras y luces, como en la mayoría de las composiciones impresionistas, no son producidas a través de una aplicación directa del blanco y el negro, sino que surgen como el resultado de utilizar tonalidades más brillantes u opacas de los mismos colores que componen los objetos, como es el caso del amarillo y el azul, para los cuales se usan un amarillo más intenso en algunas regiones del sombrero del hombre que da la espalda, y un azul más opaco en algunas regiones del suelo del fondo.

 

Finalmente, es imposible no mencionar la forma de pintar, que es en forma de pinceladas, no muy gruesas, pero se alcanzan a notar, sobre todo en los “moños” (en realidad no se qué son) del vestido de la mujer, en el suelo y en las plantas del fondo.